Aceite de Oliva Lampante

Son varios los tipos de aceite que nos podemos encontrar. Algunos con unas cualidades ejemplares y quizás, otros que cuentan con todo lo contrario. Aún así, necesitamos conocer bien cada una de ellas para asegurarnos de que estamos en buenas manos. ¿Qué es el aceite lampante?, ¿es bueno para el consumo?. Hoy despejamos todas las dudas acerca del mismo.

Qué es el aceite Lampante 

Cuando hablamos del aceite Lampante nos referimos a un aceite virgen que es defectuoso. El motivo de ello puede venir dado por diferentes vías. Es decir, puede ser un problema concreto en las aceitunas, que pueden haber sido recogidas del suelo o bien, estar maduras de más. Aunque también en el proceso de su elaboración, puede venir el problema. Por estos motivos, estamos ante un tipo de aceite bastante ácido y que supera los 2º recomendados. Así que, debido a todo ello, se le ha denominado como uno de los peores aceites.

Historia del aceite Lampante

Su nombre le viene dado de su uso originario. Ya que este tipo de aceite se usaba como combustible para las antiguas lámparas de aceite. No es algo novedoso, sino que esta variedad ya lleva muchísimos años produciéndose. Allá por el siglo XIX ya hay algunas menciones de cierta productividad que no salía como se esperaba. Es decir, el aceite contaba con un olor muy fuerte que hacía imposible su consumo. De ahí que había que buscarle otro uso. Lo cierto es que dicha producción costaba más que para otras variedades de aceite.

Parece que hoy en día, las cosas han dado la vuelta, puesto que los demás aceites son los más valorados (aceite de oliva virgen y aceite de oliva virgen extra) y el Lampante ha quedado en un segundo plano. Su producción puede variar de un año a otro debido a ciertos detalles como la climatología, pero al no contar con la calidad esperada, se suele mandar a la refinería.

¿Es apto para el consumo?

El aceite Lampante no se vende en los supermercados, ya que no es apto para el consumo humano, según las normativas europeas. Cuentan con bastante acidez lo que hace que tanto su olor como su sabor sea un tanto desagradable. Por todo ello, no cumple con los requisitos estipulados para ser considerado un buen aceite de oliva. Solamente se deben comercializar el aceite de oliva virgen extra, el aceite de oliva virgen, el aceite de orujo de oliva y el compuesto de aceite refinado. Parece que solo ellos son los que cuentan con las normativas en cuanto a calidad. Algo que el Lampante no supera.

Cómo se aprovecha el aceite Lampante 

Ya que tiene un olor desagradable, al igual que su sabor y nada de toques afrutados, hay que decir que tiene otras cualidades. Es cierto que para el consumo no se tolera, pero las vitaminas así como los polifenoles todavía existen en un aceite como éste. Así que, se lleva a las plantas refinadoras para retirarle todo el olor así como el color o el sabor. Del mismo modo que éstas se le retiran, se le añaden unas sustancias para poder neutralizarlo. Así que, tras ese proceso se obtiene el famoso aceite refinado. Un nombre que viene a decir que ya no cuenta con la acidez y eses toques tan desagradables que protagonizaban el primer aceite. Aunque ya cuenta con otras características, es cierto que para ser apto para el consumo, todavía tiene que volver a tratarse.

Para esta segunda vez, se le añade un poco de aceite de oliva extra para hacer una mezcla y que llegue a ser aceite de oliva sin más añadidos en su nombre. De este modo, el resultado será un aceite con acidez mucho más baja, un olor suave, más limpio y atractivo a la vista. Se dice que las marcas blancas pueden hacer una combinación como ésta, que dará resultado a un aceite de calidad media, tras haber pasado por diversos procesos. Hay que recordar que tras tantos procesos de refinado, el aceite perderá sus polifenoles, es decir algunas de sus cualidades más básicas y principales para la salud. Por lo que la calidad no será nunca comparable a un aceite de oliva virgen extra.

Por qué no se desperdicia el aceite de oliva Lampante

No se debe desperdiciar ningún tipo de aceite. Porque el medio ambiente no puede degradarlo de una manera sencilla y desde luego, lo estaremos perjudicando. Así que, hay que buscar otras alternativas para este aceite Lampante. Entre las grandes producciones, tienen claro que no se puede tirar con todas estas grandes cantidades, así que, el fin de las mismas será el refinado. Gracias a todas las técnicas que existen hoy en día, siempre se encontrará una buena solución para intentar no tener pérdidas en duchas producciones. Por eso, existen los aceites de oliva que no cuentan con la denominación de virgen ni extra. Porque también son buenos para la cocina, sin que atenten contra la salud. Cierto es que cuando queremos calidad y beneficios, entonces sí tendremos que recurrir a los principales aceites. Visto desde un punto de vista de las grandes productoras, es todo una cadena. De ahí que también tengan grandes ventajas gracias al aceite Lampante. Sin él, quizás el mercado del aceite no estaría completo.

Aceites de oliva extra vs aceite Lampante

Los aceites de oliva virgen o virgen extra no van a contener ninguna traza de aceite lampante. Comenzando porque los primeros tienen un grado de acidez de 0,4 grados y como hemos mencionado anteriormente, el Lampante es de 2.

Los aceites de oliva virgen vienen de las aceitunas que son recogidas de los árboles y en su punto exacto. Mientras que el Lampante, viene de las aceitunas que han caído al suelo o que están pasadas de maduración, entre otras cualidades que no ayudan al resultado final. Tanto el aceite de oliva virgen como el virgen extra son altamente saludables y sin ningún tipo de mezcla. El aceite Lampante es un aceite de oliva, pero sin la etiqueta de virgen ni extra. Por lo que aunque es refinado y apto para el consumo, no será tan beneficioso como los anteriores.